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lunes, 1 de octubre de 2018

Economía del comportamiento


Economía Conductual

Nuestras decisiones: Los seres humanos estamos continuamente tomando decisiones y creemos que tenemos el control y hacemos elecciones racionales, pero ¿es así? Nos gusta pensar que sí... Veamos pues, nuestra mente busca atajos, patrones e incluso tiende a simplificar los problemas para hacerlos más accesibles. En resumen, la mente "juega" con nosotros. Es por eso por lo que dejarse aconsejar por terceras personas suele ser bueno, pues visto desde fuera, sin la carga emocional y la subjetividad que lleva cada persona, siempre es útil a la hora de tomar una decisión financiera.


Para ello existe una ciencia que lo estudia, La economía del comportamiento o economía conductual se encarga de analizar el comportamiento del hombre en la asignación y distribución de medios o recursos escasos. Además, introduce otras ciencias, como la psicología, la sociología y la ciencia política. Te muestra cómo los factores psicológicos, sociales o cognitivos afectan las decisiones económicas de los individuos y te ayuda a tener un entendimiento más claro de la realidad enfocándose en el pensamiento irracional. Se centra en explicar y hasta buscar un sentido a nuestro comportamiento económico. 



Diferencia: de La economía tradicional, la cual pretende reducir el comportamiento humano al consumo. Lo único que los seres humanos deseamos es consumir, consumir y consumir. Sin importar por qué deseamos consumir más. Este modelo tan simple resulta incompleto para explicar las consecuencias económicas de nuestros actos. Aquí es dónde la economía conductual choca de frente con la concepción clásica económica.



¿Cómo afecta la economía conductual en nuestra vida diaria? 
Supongamos que Inés ha comprado una televisión 3D de última tecnología porque sus hijos querían una nueva, cuyo precio del mercado, el que ha pagado corresponde a 300€, lleva dos semanas con la televisión en casa pero se da cuenta de que no la sale rentable ya que la televisión antigua si que funciona bien y tiene buena calidad. Quiere venderla por una red social.

  • ¿Inés la venderá a pesar de que sus hijos están contentos con la nueva televisión? 

Podría venderla si sus hijos no insisten tanto, pero si se ponen a insistir se quedará con ella. Se ve afectada por las emociones que puedan sentir sus hijos. Además quiere dar ejemplo a sus hijos y mostrar que es una mujer consecuente con sus actos.



  • Si se decidiera por venderla, ¿Por cuánto querrá Inés venderla?  

Aunque le ha costado 300€, Inés quiere sacar un beneficio... La intenta vender por 50€ más(350€). Al ser suya, tiende a sobre-valorar el artículo. (EFECTO DOTACIÓN)Pero como la categoría de la televisión es de segunda mano, no va a poder venderla por un precio mayor. No está conforme en vender la televisión por el mismo precio. 

Preferimos no perder, que ganar más. Es por eso que el sufrimiento que produce perder algo que nos pertenece, es mayor que la felicidad que produce ganar la misma cantidad de dinero.

"Juegan" con nosotros... Te lo voy a demostrar: ¡GRATIS! Como nos gusta esa palabra y que bien suena. La palabra "gratis" tiene un gran poder sobre nosotros frente a un descuento. (Por muy bueno que sea el producto en oferta, y por muy buena que sea la oferta.) Al no haber coste de oportunidad, eliminamos el miedo a perder, sólo nos beneficiamos. Es por ello que cuando haces una compra por internet de cualquier artículo, si los envíos son gratis, a partir de cierto importe, disparan las ventas más del 100% (hasta en un 250%.)


¿Te has parado a pensar...?  Cuando las empresas o los vendedores hacen algo que “molesta” al cliente, tendemos a devolvérsela. Imagina que vas a un restaurante y, mientras el camarero te está tomando nota, le llaman por teléfono. Si lo contesta y te deja con la palabra en la boca, lo más probable es que no le dejes propina ni pidas un segundo café, aunque lo tengas como costumbre. 
Ahora imagina que llevas un día maravilloso, todo han sido noticias buenas y estas de muy buen humor, seguramente vayas a transmitir esa felicidad; por lo tanto, a pesar de todo, decides tomarte tu segundo café de siempre; ¿como ibas a romper tu rutina por un simple gesto de no muy buen gusto?

Los seres humanos no tenemos un medidor de valor interno que nos diga si algo resulta caro o barato, sino que necesitamos comparar.(EFECTO RELATIVIDAD)
Volvamos al ejemplo del restaurante. Pongamos que ese segundo café que has tomado,el propio restaurante te hace una oferta al tomar el segundo café, pues si eliges entre tres tipos de cafés que te recomiendan, te descuentan 50 céntimos del primer, y segundo café (te ahorras 1€).Tu segundo café le quieres más barato que el primero pues has fijado en la mente el precio de los 2€ del primer café (EFECTO ANCLAJE)

El primer café es exótico y de muy alta calidad(4'50€)

El segundo tipo de café es extra cremoso y espumoso(3'50€)

El tercer café es un capuccino normal(2'50)


  • ¿Escogerías el primer, segundo, o el tercer café?


Hay una alta probabilidad de que elijas el segundo pues es el intermedio, y nuestra mente nos dice (está comparando) que; el primer café es muy bueno pero es demasiado caro, el segundo café también esta bueno y no es malo porque el precio es asequible, el tercer café al ser el más barato seguramente esté menos rico, o la calidad es muy inferior.


En todo el tiempo que has estado, han sido ocupadas un montón de mesas, incluso antes de que te sentaras tú, había muchísima gente; La principal razón por la cual entraste... Tu mente te dice una vez más, que, si el restaurante está lleno significa que el servicio y el producto serán buenos. (EFECTO MANADA)

Sigues en el restaurante y es la hora de pagar la cuenta a aquel camarero tan solicitado por teléfono... Has salido encantado con el producto, efectivamente, hay tantas mesas ocupadas por algo. 
Supón que eres una persona muy observadora, en todo el tiempo que has estado sentado has ido mirando de reojo las mesas de alrededor y las de el fondo. Has podido ver que la mayoría de los clientes ha dejado una buena propina, unos pocos propina, y tan sólo un cliente no han dejado nada. Justo las mesas que te rodean si que han dejado buena propina.

El camarero se acerca a recogerte la taza de cristal pero se le cae al suelo, esto provoca que todo el restaurante mire hacia tu mesa para poder ver lo sucedido. Tienes que pagar. 

¿le dejas propina o no?

Lo más seguro es que sí pues tienes todas las miradas encima y quedarías mal. A eso añádele que así no te sentirás inferior.



Ahora planteate la pregunta del principio...

¿Tenemos realmente el control sobre nuestros actos, sobre cómo gestionamos nuestro dinero, nuestro tiempo, nuestras vidas en general, nuestras energías y nuestros afectos?
Como hemos podido observar, nada es seguro. No actuamos siguiendo un protocolo de rutina estricto. Nuestras decisiones dependen de millones de factores, aunque a veces no lo veamos con claridad. Hasta el más mínimo detalle puede guiarnos por un camino u otro totalmente distinto. Cualquier factor puede hacernos cambiar de opinión o de idea y más si juegan con nuestra mente...
La próxima vez que vayas a tomar una decisión, de seguro que al menos reflexionarás sobre alguno de estos temas.


bibliografía